Se conoce, entre otros cosas, a Pierre-Joseph Proudhon como el fundador de la escuela mutualista del anarquismo. Esta escuela es descrita por Voltairine de Cleyre de la siguiente manera:
El mutualismo anarquista es una modificación del programa del Individualismo, poniendo más énfasis en la organización, cooperación y libre federación de los trabajadores. Para éstos, el sindicato es el núcleo del grupo de libre cooperación, que evitará la necesidad de un empleador, emitirá cheques de tiempo a sus miembros, se hará cargo del producto terminado, intercambiará con diferentes grupos comerciales para su mutuo beneficio a través de la federación central, permitirá a sus miembros utilizar su crédito, y asimismo los asegurará contra pérdidas. La posición mutualista sobre la cuestión de la tierra es idéntica a la de los individualistas, así como su comprensión del Estado.[1]
El objetivo de citar a De Cleyre aquí es para dar idea de qué sería el mutualismo por alguien que alguna vez lo fue para contextualizar un poco.
Por su parte, April Carter describe el pensamiento proudhoniano sobre el tamaño de la escala de este modo:
Proudhon trata de fomentar un anarquismo basado en un campesinado independiente y pequeños talleres familiares, a la par que acepta la necesidad de una gran industria, que será propiedad y estará bajo control de cooperativas obreras. Tanto la independencia agraria como las cooperativas industriales tienen que ser promovidas por medidas económicas: un crédito virtualmente franco conducirá a una competición franca.[2]
Pero dejemos que sea el mismo Proudhon quien nos describa esta posición. Primero en su defensa de la pequeña escala:
Nunca se ha visto que los campesinos formen una sociedad para el cultivo de sus campos; nunca se les verá hacer eso. Las únicas relaciones de unidad y solidaridad que pueden existir entre los trabajadores agrícolas, la única centralización de la que es susceptible la industria rural, es la que hemos señalado como resultado de la compensación por la renta económica, el seguro mutuo y, sobre todo, por la abolición renta, que hace la acumulación de tierra.[3]
Si observamos bien Proudhon aunque defiende la pequeña escala en este caso, quiere que actúen de algún modo cohesionadas. Esta cohesión ocurre en lo que Proudhon llamó «federación agrícola-industrial». De igual manera, la federación económica serviría precisamente como una institución de apoyo mutuo y beneficio común a gran escala y como contrapartida al monopolio como considero que Proudhon quiso decir aquí:
Fedérense, pues, no para absorberse y confundirse, sino para garantizarse mutuamente las condiciones de prosperidad que les son comunes y no pueden constituir el monopolio de ninguna.[4]
En lo personal creo que Benjamin Tucker tiene razón al exponer que Proudhon quería hacer a la competencia universal para que se diese el principio del costo:
Cuando Warren y Proudhon prosiguieron su búsqueda de justicia para el trabajo y se enfrentaron cara a cara con el obstáculo de los monopolios de clase, se dieron cuenta de que esos monopolios se basaban en el principio de Autoridad, y concluyeron que lo que había que hacer no era fortalecer la Autoridad y, por lo tanto, crear un monopolio universal, sino desenraizar por completo la Autoridad y dar rienda suelta al principio opuesto, el de la Libertad, haciendo a la competencia, antítesis del monopolio, universal. Vieron en la competencia el gran nivelador de los precios hasta alcanzar el costo de producción del trabajo, en lo que coincidían con los economistas clásicos.[5]
En cierto modo, si se da la mayor competencia posible entre pequeños productores esto aseguraría la baratura de los precios. Idea que el propio Proudhon sostuvo, como se evidencia en La filosofía de la miseria:
La competencia es necesaria para la constitución del valor, es decir, para el principio mismo de distribución y, en consecuencia, para el advenimiento de la igualdad. Mientras un producto sea suministrado solo por un solo fabricante, su valor real sigue siendo un misterio, ya sea por la tergiversación del productor o por su negligencia o incapacidad para reducir el costo de producción a su límite máximo.[6]
Por si acaso, creo que es necesario señalar que este alto nivel de competencia que quiere Proudhon estaría de algún modo socializado gracias, en parte, a la federación económica como expresa Daniel Guérin:
La competencia soñada por Proudhon no es, empero, la de la economía capitalista, carente de principios rectores, sino una competencia orientada por un ideal superior, que la «socializa», basada en un intercambio leal y movida por un espíritu de solidaridad; una competencia que, sin restringir la iniciativa individual, devolvería a la colectividad las riquezas de las cuales la priva actualmente la apropiación capitalista.[7]
De todas manera, volvamos a la producción en gran escala que admite Proudhon:
En los casos en que la producción requiere una gran división del trabajo y una fuerza colectiva considerable, es necesario formar una asociación entre los trabajadores de esta industria; porque sin eso, permanecerían relacionados como subordinados y superiores, y surgirían dos castas industriales de maestros y trabajadores asalariados, lo que es repugnante para una sociedad libre y democrática.[8]
Aparentemente aquí se destruye la competencia como mecanismo abaratador del precio. Sin embargo, recordemos que la autogestión y coordinación federativa pudieran ser garantes de la baratura de los precios. Pero por otro lado, Friedrich Engels da una idea de cómo la gran escala pudiera ejercer un efecto nivelador, en este caso en el salario:
Organización del trabajo y ocupación de los proletarios en fincas, fábricas y talleres nacionales, con lo cual se eliminará la competencia entre los obreros, y los fabricantes que queden, tendrán que pagar salarios tan altos como el Estado.[9]
Si se fijan, los asalariados no competirían ya entre sí, sino que al ofrecer remuneraciones tan altas las otras empresas se verían forzadas a también ofrecer salarios de similar magnitud. En esta propuesta Engels, sin querer, complementa a la teoría mutualista de la competencia como nivelador dentro de la gran escala.
Finalmente, lo que quiero indicar con esto es que el mutualismo no necesariamente se tiene que dar con tecnología a pequeña escala, sino que si las condiciones materiales lo incentivan natural o artificialmente, la gran escala no es intrínsecamente contraria al mutualismo y no necesariamente el gran tamaño violaría la competencia como nivelador.
Referencias
[1] De Cleyre, Voltarine. Anarquismo. 1901. Disponible en https://www.mises.org.es/2020/05/anarquismo/
[2] Carter, April. Teoría política del anarquismo. Monte Ávila (1975). Pág. 109.
[3] Proudhon, Pierre. The General Idea of the Revolution in the 19th Century. Disponible en https://theanarchistlibrary.org/library/pierre-joseph-proudhon-the-general-idea-of-the-revolution-in-the-19th-century
[4] Proudhon, Pierre. El principio federativo. Disponible en https://es.theanarchistlibrary.org/library/pierre-joseph-proudhon-el-principio-federativo
[5] Tucker, Benjamin. Socialismo de Estado y anarquismo: En qué coindicen y en qué difieren. Disponible en https://www.portaloaca.com/pensamiento-libertario/textos-sobre-anarquismo/9731-socialismo-de-estado-y-anarquismo-en-que-coindicen-y-en-que-difieren-benjamin-tucker.html
[6] Proudhon citado en https://anarchism.pageabode.com/anarcho/proudhon-constituted-value-myth-labour-notes
[7] Guérin, Daniel. Anarquismo. Disponible en https://es.theanarchistlibrary.org/library/daniel-guerin-anarquismo
[8] Proudhon, Pierre. The General Idea of the Revolution in the 19th Century. Disponible en https://theanarchistlibrary.org/library/pierre-joseph-proudhon-the-general-idea-of-the-revolution-in-the-19th-century
[9] Engels, Friedrich. Principios del comunismo. Disponible en https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/47-princi.htm