The Simpsons son una serie alineada al Partido Demócrata, si no estás de acuerdo solo puedo decir que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, no voy a explicar lo obvio, aunque sí voy hablar de quienes les gusta defender lo indefendible. Yo no sé si la serie tenga relaciones directas con los demócratas, pero es obvio que sus guionistas y directores se alinean hacia esos principios. La ventaja es que a pesar de eso, los demócratas no se salvan de la ácida crítica que tiene la serie hacia el sistema político americano. Por cierto, no es cosa de apenas o de los «nuevos capítulos», han sido demócratas siempre, desde la primera temporada. Que Lisa Simpson sea el estandarte del feminismo o el veganismo dentro de la serie, puedo conceder que sea cosa de apenas unos años, pero de que la serie y en especial este personaje, son demócratas y progresistas, ha sido desde las primeras transmisiones.
Pero esto no es solo por las alineaciones políticas de la producción. Si retrocedemos al año 1989, cualquier cosa irreverente podía identificarse e incluso, confundirse con alguna tendencia política hacia el progresismo. ¿O es que los conservadores o directamente, los republicanos, pueden crear cosas al nivel de The Simpsons? Podrán hacer muchas cosas, algunas de ellas de una calidad impecable, no es que sean tontos, solo son conservadores, pero para bien o para mal, producciones audiovisuales con contenido de incorrección política, no es algo que se les de muy bien. Al fin y al cabo, es solo una cuestión de gustos.
La cuestión de fondo aquí, no es la capacidad de producción de contenido de los conservadores o el hecho de que The Simpsons le tengan una alineación platónica hacia el progresismo norteamericano, sino es el hecho de que despierta la más baja de las hipocresías, sobre todo en lo relacionado a un personaje específico, Lisa Simpson. El hecho de que los conservadores se vean forzados a no producir contenido de este estilo, no quiere decir que no puedan disfrutarlo, de todos modos, la serie se hizo para todo el mundo, no para un público específico. De hecho, hace mucho tiempo empezó un rumor en Ecuador de que el ex-presidente Correa prohibiría la serie por apologías al estilo de vida americano, nadie se lo tomó enserio ni siquiera él creo, pero como buenos rebaños que crean los caudillismos, era común ver a una sarta de correístas hablar de The Simpsons como si fueran producto de Ronald Reagan o iniciadores de la Guerra del Golfo. Como se puede ver, de izquierda a derecha se han lanzado la pelota de la censura, pero en el fondo, los rebaños de los caudillos seguían siendo fans de la serie.
En base a esto, todas y todos podemos tener a nuestro personaje preferido y nuestro personaje que no nos gusta tanto. Si me preguntan a mi, ver a Milhouse Vanhoutten es algo que me desespera hasta el hartazgo, no puedo tener ninguna lástima hacia él, créanme que lo he intentado, he querido tener la mayor empatía del mundo, pero es algo que simplemente no puedo digerir. Así que puedo entender a la gente que no soporte a Lisa Simpson. Ver una serie de este estilo es algo que está en la naturaleza humana, difieren en las generaciones eso sí. Si no te gusta The Simpsons, probablemente te guste Oscar Wilde, Rimbaud, Elvis Presley, Madonna o South Park. Siempre hay rebeldes consentidos en la industria del entretenimiento. Así que por más conservadores que seamos, siempre nos van a gustar cosas así. De todos modos, el conservadurismo es algo que evoluciona con el tiempo, no hay una ‘doctrina conservadora’ como sí lo hay una liberal, una socialista, una nacionalista, entre otras.
Ahora, ¿Por qué se le odia a Lisa Simpson? Hasta hace unos años Lisa Simpson era un personaje tan valorado como los otros, quizá no tan querido como Homer o Bart, pero se le apreciaba ser la voz de la razón, y de las maneras más convencionales eso sí, ser también el grito de protesta que daban vida a la serie. Sin Lisa Simpson, Bart es solo Daniel El Travieso, todos los personajes hacen que la serie sea la serie que es y no otra. Pero a todos nos pasa el efecto de escotoma (no el síndrome de Estocolmo), a todas nos pasa que nuestros ojos ven, lo que quieren ver. Hay tres episodios que creo que revelan la personalidad de Lisa Simpson.
El primero es Lisa the Vegetarian de la séptima temporada. Recuerdo que alguna vez vi ese episodio con algo de compañía y fue la primera vez que noté que los ojos ven lo que quieren ver. Alguien saltó indignadísimo, diciendo que cómo es posible que Lisa Simpson en base a una idea radical y «sin-sentido», haya arruinado la parrillada de Homer. Pero para entender este episodio, hay dos personajes que tienen los diálogos que dan sentido al episodio y ninguno de ellos es Lisa ni Paul McCartney ni Linda McCartney. El personaje que tiene la segunda línea más importante es Homer Simpson que dice literalmente: «Te entiendo hija, yo también creía cosas cuando era niño». Y es que a todo el mundo se le olvida que Lisa Simpson, tenga o no tenga razón, es una niña de ocho años ¿Es que esperan el clímax de la madurez? No, porque si fuera así también lo harían con Bart Simpson o más importante y sobre todo, con Homer Simpson. En el fondo a nadie le molesta que Lisa haga lo que haga, diga lo que diga, ni le importa que sea una niña inmadura, lo que molesta es que sea vegetariana. Eso y nada más.
¿Alguien se ofendió cuando Lisa armó todo el desastre que armó cuando se cambió del cristianismo al budismo en She of Little Faith? De hecho este capítulo es de las temporadas «malas», de la decimotercera específicamente, pero a nadie le importó. Y es que vivimos en una época donde no importa si le rindes culto a Satanás, a los conservadores ya no les importa eso, ahora les importa que Lisa Simpson es feminista, gay-friendly y vegetariana. Brian Griffin de Family Guy también lo es, ¿a alguien le importa? No, y a mí menos porque apenas he visto la cantidad de episodios suficientes como para entender la serie y no verla. Cuestión de gustos, Family Guy llegó lamentablemente tarde a mi vida. A nadie le importa que un perro, él sí abiertamente demócrata cargado de progresismo, de edad madura, haga lo que haga, pero todos pierden la cabeza por una niña de ocho años.
Otro de los episodios más cargado de sentido en mi opinión y que refleja el carácter de Lisa Simpson es Lisa the Iconoclast. Así mismo el clímax del episodio está al final, cuando Lisa Simpson se da cuenta que la figura de Jebediah Springfield, despertaba en todo el pueblo lo más noble de sus valores, a pesar de tener una biografía falseada y haber sido un pirata borracho que golpeó a George Washington. No sé en cuántos pueblos y países pasa, pero al menos de donde yo vengo, al tipo que le tenemos en la plaza central le pasa algo parecido. Tiene una historia completamente falsa que se cuenta en las biografías oficiales, pero sigue siendo un héroe y despierta las emociones más nobles. Lisa Simpson no es alguien a quien eso no le importe y siga rígidamente el carácter de sus ideas, al contrario, observando como una ciudad tan disfuncional como Springfield puede detenerse un momento y ser una unidad de pueblo, Lisa Simpson da un paso hacia atrás. No faltara aquel pobre despistado que diga que eso es hipocresía jaja, pero confío en que la mayoría de personas que leen esta entrada son personas más inteligentes.
El tercer episodio para mí más revelador en cuestiones de su personalidad es The Old Man and the Lisa, donde Lisa Simpson ayuda Mr. Burns a fundar una empresa industrial de carácter ecológico. Al final del capítulo, Lisa Simpson hace algo que yo personalmente no hubiera hecho, rechaza un cheque de 12’000’000 por sus acciones de la fábrica. ¿Por qué yo no lo hubiera rechazado? En primer lugar, me parece que Lisa Simpson juzga a Mr. Burns de manera acelerada, no creo que él lo hizo por maldad, simplemente no entendía cuál era la ética que intentaba indicarle Lisa. Después de eso, la fábrica de todos modos seguiría funcionando y rechazando el cheque, Lisa no hizo más que regalarle doce millones más al ya de por sí rico Mr. Burns. No es mi episodio favorito, pero disfruté ver a Lisa Simpson y Mr. Burns protagonizando un episodio. Como se puede ver, aquí me pasó algo parecido a lo que me pasa con Milhouse, intento tener toda la empatía posible, pero mi lógica me obliga a no estar de acuerdo con lo que hizo Lisa. De todos modos, creo que este episodio refleja que la lógica de Lisa es 1) la lógica de una niña de ocho años y 2) diferente a la que tenemos todos en diferentes edades.
Hay otros episodios que hablan directamente de su personalidad como Bart of Darkness, The D’oh-cial Network o Lisa vs. Malibu Stacy, pero es precisamente de los tres anteriores de los que he querido hablar porque reflejan cómo están construidos los personajes, a qué valores obedecen, cuáles son sus personalidades, en qué basan sus éticas y en consecuencia, sus acciones. En estos tres pasa que Lisa Simpson, a pesar de lo correctas o no de sus ideas, no es siempre la voz de la razón, y está bien, y la serie lo sabe, no siempre Lisa Simpson es una persona perfecta, como no lo es ninguno de los otros personajes, pero a nadie le molesta. A nadie le molesta Bart grafiteando paredes, a nadie le molesta Homer escapando de un transplante, a nadie le molesta las constantes apologías a la homosexualidad de Mr. Smithers, ni el cristianismo fanático de Ned Flanders. ¿Qué sí molesta? Lisa Simpson ¿Por qué? No hay en realidad razones objetivas, ni en el más heterodoxo sistemas de valores, solo molesta que sea… Lisa. Y aquí es donde entra la hipocresía de la moral conservadora, a un fanático religioso puedo entender que no le guste Lisa y la serie en general, pero el conservadurismo rancio no es que no le agrade la serie ni lo políticamente incorrectos que sean, de hecho disfrutan de la serie y está bien, solo no les agrada Lisa Simpson. Inventen las razones que quieran, que es una sabelotodo, que es egoísta a ratos, que se cree superior en otros ratos, todo eso es verdad y sí, a mí tampoco me gusta que a veces tenga los berrinches comunes de cualquier niño o de cualquier idealista, pero en el fondo, no es eso lo que molesta a los conservadores, solo les molesta que Lisa Simpson sea feminista y vegetariana. Ni siquiera creo que entre lo gay-friendly, la serie ha sido gay-friendly desde el principio y a nadie le ha molestado.
Hay una idea que siempre me ha rondado la cabeza y creo que Ned Flanders revela otro nivel de hipocresía conservadora que puede ayudar a explicar cuál es el problema con Lisa Simpson. He escuchado y discutido con muchos religiosos diciendo que ellos son personas normales y no Ned Flanders. Quisiera entender por qué la gente da por hecho cosas, si le discutes a alguien de derecha es porque tú eres de izquierda, si le discutes a un ateo es porque eres cristiano y si le discutes a un religioso, es porque tú de plano piensas que es Ned Flanders. Vaya lógica barata de la gente. Pero al contrario, a mí lo que me molesta de los cristianos no es que sean como Ned Flanders sino que precisamente NO son como Ned Flanders, se escudan en un falso sentido de secularidad para poder presumir sus vidas que son totalmente opuestas a los principios del cristianismo. Ojalá bola de hipócritas, fueran un poquito como Ned Flanders. Esto nos devuelve a Lisa Simpson, diferentes acciones, diferentes principios, diferente lógica, pero igual resultado, desnudan la hipocresía de la moral conservadora.
Me gustaría recomendar un montón de episodios de The Simpsons que sostienen mi punto, pero hay uno particular, uno que honestamente no había visto antes y supongo que no es de los más populares, pero si ante lo obvio, se hacen ciegos desde 1989, creo que es necesario un episodio que refleje la hipocresía sin chistes ocultos, sino directamente en el argumento. Este es You Kent Always Say What You Want de la decimoctava temporada. Al final del día, un canal como FOX se alimenta económicamente de The Simpsons y la serie alimenta en entretenimiento a mucho público con una hipócrita moral conservadora. Hoy es Lisa Simpson el blanco, pero cuando el feminismo o el veganismo o el antirracismo dejen de ser el problema del momento, serán otros personajes quienes tomen su lugar. Ya me imagino de aquí en unos cuantos años, a un montón de conservadores rancios diciendo: «bueno, Lisa Simpson era una feminista pero al menos era un personaje con sentido, por otra parte, tal personaje x es un progre bla bla bla…» Al final, como no pueden admitir que les gusta una serie con el contenido de The Simpsons, se tienen que inventar una excusa. Para suerte del resto del mundo que no está forzado a ocultar en excusas baratas que nos gusta The Simpsons, la serie está consciente que despierta estas emociones en la gente hipócrita y maquiavelicamente, le gusta y lo sigue haciendo. Por eso es también la portada de esta entrada, Bart y Lisa «dándose los cinco», ambos, aunque de forma diferente y por las razones diferentes, siempre serán incómodos para la moral conservadora que los disfrutan en el fondo de sus almas, así como todo personaje de la serie.
¡Salud y Libertad!
Escupido y firmado,
Daniel X.